Nunca subestimes el poder de la unidad. Una vez un pastor dijo: “El enemigo le tiene miedo a dos cosas, a la poderosa Sangre de Jesús y a la unidad de la iglesia”; y es real, la historia nos muestra que cuando hay unidad se puede alcanzar cualquier cosa. ¿Alguna vez te has preguntado qué podría lograr la iglesia de Cristo unida? ¡Créenos, seríamos imparables! Y, seguramente, el mundo estaría completamente a los pies de Cristo. Es imposible hablar de avivamiento si no hablamos de unidad. Ser uno es estar dispuesto a dejar de pensar en ti para pensar primero en el otro y ¡vaya que eso no es tan fácil! Pero la iglesia primitiva logró mover los cimientos del imperio más grande que jamás ha existido con un arma indestructible: “LA UNIDAD”. Algo que es imposible es decir que amamos a Dios, pero odiamos a nuestro prójimo, pues siempre estamos orando: “Señor queremos ver tu poder como en el tiempo de la iglesia primitiva”. Sin embargo, hoy debemos preguntarnos: ¿estamos dispuestos a ser como ellos, que lo vendían todo con el fin de que todos tuvieran lo mismo y a nadie le faltara nada?, ¿que vivían, literalmente, juntos como hermanos (de ahí que los cristianos, unos a otros, nos llamemos hermanos hasta el día de hoy) las 24 horas del día? Quizás, no era fácil la convivencia, pero se esforzaban por vivir en unidad. Muchas personas se decepcionan del evangelio, no por la doctrina, sino porque cuando llegan a nuestras iglesias, quizás, se sienten juzgadas, solas y no hay confianza porque al contrario “todos están más ocupados en buscar lo propio”. Hoy, a través de esta pequeña reflexión, queremos motivarte a que puedas pensar en un hermano de tu iglesia o comunidad que esté pasando por una situación difícil, sea económica, familiar, espiritual y puedas llamarle y decirle: ”No estás solo en esto, yo te ayudaré"; y, si está en tus manos compartir de lo que Dios te ha dado, por favor hazlo, pues dice el Señor que aquel que le da a uno de sus hijos es como si le prestara al mismo Señor. ¿Te puedes imaginar cómo te devolverá el Señor? ¡Wow! No tenemos palabras para describir esto, pero lo que sí podemos decirte es que el mundo conocerá que Jesús es real y está en nosotros si entendemos que debemos ser uno, como Él y el Padre son uno. ‭Hechos 4:32-36 TLA‬